domingo, 3 de agosto de 2008

de cuando en cuando...

En éste perfil enmarañado de la tierra, de cuando en cuando, escucho sonoras campanadas llamando al orden del ser. Absortos en el mundo que contemplamos y ni si quiera disfrutamos, de cuando en cuando, una flauta toca acordes desenmascarados, difusos pero desenmascarados. Una voz se escucha más alta que otra mas cuando unidas bajo un mismo canto es la de la ilusión por la vida la que entonamos con mayor libertad.
El canto por la vida hacia atrás, retocada por la imaginería, la razón que da lo visto puesto que no hay más de lo que vemos más allá. El canto por la vida lo pretendemos enderezar con ánimo, sin tortura, con miedo pero directo al corazón. Una llamarada de pasión por lo bien hecho, por las circunstancias del momento, porque ya no aguantamos ni un ápice este quebrado y tortuoso viaje al centro de la desesperación.
Dónde han ido a parar aquellos maravillosos años de lealtad hacia una única y verdadera realidad. De cuando en cuando se juntan palabras que entonadas bajo un mismo son dan como hecho final el canto a la libertad de actuación libre, liberada, fuera de toda parafernalia brusca, arisca, mezquina, ensordecedora, que no da para más.
De cuando en cuando suena la flauta y una voz mágica se adentra en nuestros corazones y susurra en voz baja, no vayamos a asustarnos…¡ pero qué hacéis!, ¡si no os juntáis nunca venceréis!