martes, 11 de diciembre de 2007

Rocío y Neruda



Muere lentamente quien no viaja,

quien no ríe,

quien no escucha música,

quien no haya encanto en sí mismo.

Muere lentamente quien destruye su amor propio,

quien no se deja amar,

quien no se deja ayudar. Quien no ama.

Muere lentamente quien se transforma en esclavo del hábito,

repitiendo todos los días los mismos senderos.

Quien no cambia de rutina,

no arriesga a vestir un nuevo color o no conversa con quien desconoce.

Muere lentamente quien evita una pasión y su remolino de emociones,

aquellas que rescatan el brillo de los ojos y los corazones decaidos.

Muere lentamente quien no cambia la vida cuando está insatisfecho,

quien no arriesga lo seguro por lo incierto para ir tras un sueño,

quien no se permite por lo menos una vez en la vida huir de los consejos sensatos...

No hay comentarios: